
Trastornos mentales y suicidio
El suicidio parece ser una lacra para nuestra sociedad y algo muy visible aunque se intente esconder. Según Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de 30.000 personas se quitan la vida cada año en el territorio de los Estados Unidos. Según CDC, supone la cuarta causa de muerte en todo el país, y se ceba especialmente en las personas que tienen entre 15 y 24 años. Además, unas 500.000 personas intentan quitarse la vida sin éxito anualmente, y resulta imposible determinar el número total, posiblemente millones, de individuos que en ese período de tiempo han tenido en mente atentar contra su vida, si hablamos de Estados Unidos. En España, el paradigma no es muy diferente (en relación al número de habitantes), según el Instituto Nacional de Estadística 2.017 personas se suicidaron en el 2006 y 211 personas lo intentaron.Suele ser especialmente doloroso que la muerte de un amigo o un familiar se deba al suicidio, porque siempre surge la misma pregunta: ¿Se podría haber evitado? Sin embargo, resulta difícil, sino completamente imposible saberlo.
El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con uno o más de los siguientes patologías:
- Trastorno bipolar.
- Trastorno límite de la personalidad.
- Depresión.
- Dependencia de alcohol y/o otras drogas.
- Esquizofrenia.
- Estresores de la vida cotidiana, como problemas serios a nivel financiero o problemas en las relaciones interpersonales.
- Agorafobia con ataques de pánico.
- Fobia social.
- Trastorno antisocial de la personalidad.
Las personas que intentan suicidarse, con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar. Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio a:
- Sentirse avergonzado, culpable o como una carga para los demás.
- Sentirse una víctima.
- Sentimientos de rechazo, pérdida o soledad.
- Sentimientos de desesperanza.
Aún así, el suicidio tiene múltiples causas, de naturaleza biológica, psicológica y social. Por lo que resulta muy difícil averiguar por qué una persona ha atentado contra su propia vida. Pero según los profesionales en el área, como argumenta el libro «La enfermedad de las emociones» de Eduard Vieta y cols., casi siempre se detecta detrás de una fuerte alteración emocional.
Sin duda alguna, es la depresión la estrella en este ámbito. Los núcleos de población más propensos a sufrir una depresión también tienen un índice más elevado de suicidios. En gran parte de los mismos la depresión ha sido diagnosticada clínicamente.
Por otro lado, existen tres síntomas de la depresión que se pueden relacionar con el riesgo de suicidio: el abandono del cuidado personal, el aumento del insomnio y el deterioro cognitivo. La falta de interés por el aseo es significativa de la falta de preocupación de la persona por sí misma. Manifiesta un enorme desinterés por la vida del que se deduce una situación bastante peligrosa. Cuando el insomnio va en aumento, el individuo tiene más tiempo para pensar, y además la falta de descanso influye muy negativamente en las conclusiones a las que éste llegue. Por último, existe un deterioro cognitivo que afecta negativamente a las funciones ejecutivas, atención, memoria,…
Como sabemos, la depresión clínica, llamada depresión mayor, es un poderoso predictor de intentos de suicidio y de suicidios llevados a cabo. Aunque los amigos, familiares y seres a veces piensan que la depresión es meramente una “fase pasajera,” no hay duda de que es a menudo una condición que amenaza la vida. Y más aún, lo paradójico es que mucha gente se sorprende al enterarse de que personas que no están profundamente deprimidas a veces cometen suicidio.
Finalmente, son múltiples los factores que inciden en que una persona decida suicidarse o no, pero sin duda alguna, la presencia de trastornos mentales, sobretodo la depresión, inciden profundamente. Y retomamos la pregunta inicial: ¿se podría haber evitado? El primer paso, sin duda alguna, es la prevención y acudir a los profesionales.
Mª Pilar Ferre Ribera
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Muy buen artículo.
Desde mi punto de vista y tal y como indicas en el articulo:
«Las personas que intentan suicidarse, con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar».
Pero no solo eso, sino que además se encierran en sí mismos, son incapaces de comunicar su estado o están solos y no son capaces de compartir ese sentimiento.
Desde mi punto de vista todos tenemos problemas tan grandes que no podemos encontrarles la solución porque estamos demasiados involucrados con dicho problema para poder verlo desde otro ángulo. De ahí la importancia de la amistad, un amigo puede darte un punto de vista que tú no eres capaz de dar y de esa forma juntos ayudarte a salir de esa situación.
¿Que ocurre con gente que se cree sola? Pues para eso lo mejor es acudir a un especialista (a pesar de que esta sociedad aún no lo ve con buenos ojos) para que te ayude a sobrepasar y rodear el problema.
Somos animales sociales por naturaleza, necesitamos compartir penas y alegrías. Una persona sola no es persona hasta que no encuentra alguien a quien contarle sus experiencias 😉
ReplyGracias por tu aportación!
Como dices, en la mayoría de casos no son capaces de expresar sus sentimientos y emociones a los demás. Pero no significa que estén solos. Por ello, es muy importante conocer los indicios para que la gente que esté alrededor se de cuenta de lo que está ocurriendo.
Y sí, es muy importante tener una buena red social en la que apoyarnos. Pero en estos casos, la dificultad es muy grande, por lo que es necesario acudir al especialista, sobretodo si existen trastornos mentales como comentaba en el artículo.
Por lo demás, totalmente de acuerdo. Una de las cosas buenas de la vida es tener amistades y compartir con ellas nuestras alegrías y nuestras penas, y en definitiva múltiples experiencias.
De nuevo gracias por tu comentario, todas las aportaciones son muy valiosas. 🙂
Un saludo.
ReplyMª Pilar Ferre Ribera. Descubre la Psicología.
Muy bueno el artículo. Solo le echo en falta una cosa, y es si la causa de éste es exclusivamente por un trastorno mental. El psiq Eduard Vieta del Clinic de Barcelona decía que siempre habia que unir el suicidio a la existencia de un trastorno mental.
Sin embargo pienso que eso es solo aplicable a la civilización occidental, ya que por ejemplo en Japón hay muchos más suicidios por cuestiones de «perder el honor». Cito un ejemplo; cuando tuvo lugar en Japon la segunda catástrofe aérea mas importante a nivel mundial, al depurarse responsabilidades de la aerolínea se suicidaron algunos cargos de la compañía.
Otra cuestión: ¿el suicidio que cometen las personas con agorafobia y crisis de panico.. realmente es suicidio o es que al tratar de huir en pleno ataque de su situación terrorífica cometen un acto que puedan muchos calificarlo como de suicidio en sentido estricto?
Yo he padecido durante años de este mal, y aunque cada caso es diferente, nunca se me pasó por la cabeza cometer algo asi.. y eso que tuve serias limitaciones. Lo que parecía más incontrolable es como he dicho antes son las ganas de huir que no entienden de precauciones..
ReplyQuizá un motivo de verdadero suicidio en el trastorno de pánico y agorafobia es que se ha identificado como un factor que hace mas graves las depresiones.
Muchas gracias por tu aportación!
En primer lugar, el trastorno mental no es la única causa de un suicidio. Cito textualmente, en el artículo: Aún así, el suicidio tiene múltiples causas, de naturaleza biológica, psicológica y social. Por lo que resulta muy difícil averiguar por qué una persona ha atentado contra su propia vida.
Además, también hay que tener en cuenta los estresores de la vida cotidiana como comentaba en el artículo. El «perder el honor» como ocurre en Japón es una causa de suicidio también, pero según la sociedad en que éstes. En cuanto a la catástrofe área, más de lo mismo, ¿por qué se suicidaron? Seguramente por la presión y la desesperanza que sentían cuando la aerolínea pidió responsabilidades. Al igual por ejemplo, que se suicidaba gente en el crack bursátil del 29, por problemas financierios, deudas,…
Sin embargo, lo que quería transmitir en este artículo es que el tener un trastorno mental, según el diagnóstico, puede influir más o menos en el hecho de que una persona atente contra su vida. En el caso de agorafobia entiendo que una persona no se suicida cuando trata de huir en pleno ataque de pánico, ni mucho menos. Me refiero a los casos extremos de agorafobia, en donde la persona hace años que no sale de casa, pierde muchas relaciones sociales, pierde oportunidades laborales,… Lo cual, en muchas ocasiones, tiene una comorbilidad con la depresión, debido a la situación en que se encuentra. A esto hay que unirle otros factores, no únicamente este, dependerá de las diferencias psicológicas, sociales,… de la persona.
Espero haber resuelto tus dudas. Gracias.
Un saludo.
ReplyMª Pilar Ferre Ribera. Descubre la Psicología.
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